En los últimos 25 años la aparición de las computadoras, el
aumento de las demandas de servicios de consumo terciario, la toma de conciencia
del agotamiento de los recursos naturales y de los efectos negativos de la
industrialización, las nuevas formas de organización y distribución de la información,
entre otros factores dio pie a que en los países más desarrollados tuviera lugar la denominada “tercera
revolución industrial” la cual está produciendo una profunda transformación de
las estructuras y procesos de producción económica, de las formas y patrones de
vida y cultura de los ciudadanos, así como de las relaciones sociales. La gran
revolución tecnicultural del presente es la digitalización de la información
basada en la utilización de tecnología informática. El uso generalizado de las llamadas
nuevas tecnologías de la comunicación e información (computadoras, equipos
multimedia de CDROM, redes locales, Internet, televisión digital, telefonía
móvil, etc.) en las transacciones económicas y comerciales, en el ocio y el
tiempo libre, en la gestión interna de empresas e instituciones, en las
actividades profesionales.
El período histórico
en el que nos encontramos se apoya en el cruce de diversos y variados procesos
sociológicos, económicos, políticos y culturales como son la globalización o
mundialización; la mercantilización de la información; la hegemonía de la
ideología neoliberal; el incremento de las desigualdades entre los países
avanzados y el resto del planeta; la superpoblación y los flujos migratorios
del sur empobrecido hacia el norte rico. A diferencia de lo que muchos creen
ingenuamente, las tecnologías no son la
causa del fenómeno de globalización, sino que actúan como motores aceleradores
de este proceso. Al hacer posible que la información y transmisión de datos
circule casi instantáneamente a lo largo de todo el planeta, provocan que
cualquier organismo o institución (sea financiera, administrativa, no
gubernamental) funcione como una unidad en tiempo real a nivel mundial.
Distintos sectores o
grupos ven las tecnologías digitales como la medicina para el progreso de nuestra
civilización y otros lo describen como un modelo de sociedad tecnocrática,
deshumanizada y basada en criterios meramente mercantiles. Por lo cual podemos
identificar cuatro grandes modos de entender la sociedad de la información: Discurso
mercantilista la sociedad de la información es un enorme mercado con un
tremendo potencial para el crecimiento económico apoyado en el uso de las
tecnologías digitales. Discurso crítico-político las tecnologías
digitales deben estar al servicio del desarrollo social y humano, y no
controlado por los intereses de las
grandes corporaciones industriales del mundo capitalista. Discurso
tecnocentrista se mitifica a la tecnología digital como la panacea de una
sociedad más eficaz y llena de bienestar para sus ciudadanos. Discurso
apocalíptico las tecnologías de la información y comunicación representan
el fin de los ideales y valores de la modernidad y del modelo humanista de la
cultura.
Uno de los efectos
más notables de las tecnologías digitales es que permiten y facilitan una mayor
comunicación entre las personas independientemente de su situación geográfica o
temporal. Las nuevas tecnologías de la comunicación rompen barreras
espaciotemporales facilitando la interacción entre personas mediante formas
orales (la telefonía), escrita (el correo electrónico) o audiovisual (la
videoconferencia). Asimismo esta comunicación puede ser sincrónica es decir, simultánea
en el tiempo o asincrónica el mensaje se emite y recibe en un período de tiempo
posterior al emitido. En segundo lugar, podemos señalar que las tecnologías
permiten el acceso de forma permanente a gran cantidad de información. Vivimos
en un entorno saturado de información. Los medios de comunicación escritos, la
radio, la televisión, el teletexto, Internet, se han convertido en objetos
cotidianos y casi imprescindibles de nuestra vida que nos mantienen permanente
informados. Los ciudadanos, a través del conjunto de estos medios y
tecnologías, saben lo que sucede más allá de su ámbito o nicho vital (sea el barrio,
la ciudad o país al que pertenecen). Por otra parte, desde el hogar y a través
de las redes telemáticas se pueden acceder a bibliotecas, centros,
instituciones y asociaciones de cualquier tipo.
Otro hecho destacable
es que las nuevas tecnologías mejoran la eficacia y calidad de los servicios. La
creación de bases de datos accesibles desde cualquier punto geográfico y en
cualquier momento junto con la gestión informatizada de enormes volúmenes de
información permite incrementar notablemente la rapidez y eficacia de aquellas
tareas y servicios que tradicionalmente eran realizadas de una forma rutinaria
y mecánica por personas. En estos momentos es posible realizar consultas o
transferencias comerciales en una institución bancaria, de la administración pública,
o de un organismo privado, a través de un ordenador con acceso a Internet.
Por otra parte, Las
tecnologías digitales posibilitan nuevas formas de actividad productiva. La innovación
tecnológica está afectando también al ámbito laboral transformando los patrones
tradicionales de trabajo. Algunos de los cambios más destacables de las actividades
productivas son: la emergencia de nuevos puestos de empleo relacionados con el
desarrollo y aplicación de la tecnología informática y de telecomunicaciones;
la aparición del teletrabajo que consiste en la posibilidad del desarrollo de
las tareas laborales a distancia utilizando las redes de ordenadores, el
surgimiento de puestos de trabajo más flexibles sin la rigidez temporal o espacial
de los puestos laborales clásicos.
Asimismo, las tecnologías
de la información y comunicación están propiciando la superación de una visión
estrecha y localista de la realidad. En la sociedad globalizada está aumentando
el conocimiento y contacto cultural de las distintas culturas y grupos sociales
del planeta.
Primeramente es importante destacar, que,
nuestra sociedad es una civilización dependiente de la tecnología en niveles
progresivamente crecientes. Sin máquinas digitales, no funciona. En este sentido
se extiende el miedo a los posibles fallos o déficits de los ordenadores
provocados bien por los virus informáticos, por los ataques de ciberterroristas,
o por los fallos de los servidores. En segundo lugar, el proceso de
globalización apoyado en el control de los medios de comunicación está imponiendo
la hegemonía cultural de la civilización occidental, fundamentalmente
norteamericana, sobre el resto de las culturas del planeta. La juventud de la
mayor parte de países consume la misma ropa, música, comida, juegos, película, es
decir, tienen las mismas experiencias culturales con medios.
Simultáneamente,
están aumentando las desigualdades culturales y económicas entre unos países y
otros. El desarrollo tecnológico y científico afecta a todos los miembros de la
sociedad pero no de la misma forma. El acceso a las nuevas tecnologías y al
conocimiento e información está al alcance de aquellas personas que tengan las
posibilidades materiales y las habilidades adecuadas para comprarlas y usarlas,
provocando un aumento de las distancias culturales y sociales. Esta desigualdad
se desarrolla tanto en el interior de los países occidentales como entre los países
del primer mundo respecto al denominado tercer mundo. Es lo que se conoce como
“brecha digital”.
En consecuencia, las demandas
impuestas por las nuevas tecnologías obligan, sobre todo a los adultos, a
realizar un enorme esfuerzo formativo destinado a adquirir las competencias
instrumentales, cognitivas y actitudinales derivadas del uso de las tecnologías digitales. No hacerlo, significará ser catalogados como analfabetos
tecnológicos.
Los retos
de la educación ante las nuevas tecnologías educativas es integrarlas en las
aulas y centros educativos así como replantear y redefinir los contenidos
culturales del curriculum. Llevarlo a cabo, entre otras medidas, implicará necesariamente realizar importantes inversiones económicas en dotación de recursos tecnológicos
suficientes para los centros educativos y en la creación de redes telemáticas
educativas; desarrollar estrategias de formación del profesorado y de asesoramiento
a los centros escolares en relación a la utilización de las tecnologías de la
información y comunicación con fines educativos. Lo relevante será el desarrollo de
procesos formativos dirigidos a que cualquier sujeto aprenda a aprender (es decir, adquiera las habilidades para el
autoaprendizaje de modo permanente a lo largo de su vida); sepa enfrentarse a
la información (buscar, seleccionar, elaborar y difundir aquella información
necesaria y útil). Por esta razón, una meta educativa importante para
las escuelas debiera ser la formación de los niños y niñas como usuarios
conscientes y críticos de las nuevas tecnologías. El incremento cuantitativo de las necesidades
formativas está reclamando la creación de nuevas redes y formas de acceso a la enseñanza.
La educación a distancia apoyándose en las redes de ordenadores permite que
muchos ciudadanos, trabajadores, profesionales que por motivos de tiempo o de
lejanía no puedan cursar estudios en las formas tradicionales de asistencia a
un centro, se impliquen en actividades formativas desde su hogar o lugar de
trabajo. La meta básica de la educación no formal sería potenciar el acceso y
participación democráticos en las nuevas redes de comunicación de aquellos
grupos y comunidades, que están al margen de la evolución tecnológica.
Las raíces de la
Tecnología Educativa tiene sus orígenes en la II Guerra Mundial surgió a partir
de la necesidad de tener que formar y convertir a un gran número de ciudadanos
en soldados y oficiales preparados para asumir tareas y acciones en la
organización y actividad bélica. Los psicólogos y educadores pusieron en
práctica programas de acción instructiva. La obra de B.F. Skinner Tecnología de la enseñanza es
uno de los textos más relevantes de dicha época donde describe el concepto y características
de las máquinas de enseñanza basadas en la enseñanza programada. En los años cincuenta es cuando se inicia y en los sesenta
cobra su máxima plenitud la primera aceptación y concepción de la Tecnología
educativa que tiene como objeto de estudio la introducción de materiales y
recursos de comunicación para incrementar la eficacia de los procesos de
enseñanza y aprendizaje.
Los medios y
tecnologías para la información y comunicación deben ser considerados algo más
que meros soportes físicos transmisores de información. Hoy en día sabemos que
en el aprendizaje intervienen una serie de variables y factores vinculados no
sólo con los atributos internos del material (contenido, soporte físico, formas
de representación y sistemas de codificación de la información), sino también
con variables propias de los sujetos que interaccionan con el material (como
pueden ser los conocimientos previos, las actitudes, la edad, los estilos
cognitivos) y con variables del contexto en el que se utiliza el material
(tarea realizada con los medios, metas educativas y método de enseñanza en el
que se integra pedagógicamente el material).
Desde hace años
sabemos que los medios de enseñanza es cualquier recurso tecnológico que
articula en un determinado sistema de símbolos ciertos mensajes con propósitos
instructivos. El primer rasgo que destaca de esta definición es
que un medio o material didáctico es, en primer lugar, un recurso tecnológico.
Con ello se indica que un medio o material de enseñanza es, ante todo, un
aparato con un soporte físico material o hardware. En segundo lugar en un medio
debe existir algún tipo de sistema de símbolos, es decir, el medio debe
representar a "algo" diferente de sí mismo. Debe poseer un referente
que es simbolizado en el medio a través de ciertos códigos. El tercer rasgo es
que el medio porta mensajes, comunica informaciones, significa algo. Y en
cuarto lugar los medios de enseñanza, a diferencia del resto de medios de comunicación
social, son elaborados con propósitos instructivos, es decir, pretender educar
o facilitar el desarrollo de algún proceso de aprendizaje dentro de una
situación educativa formalizada.
La clasificación del
conjunto de materiales didácticos existentes (medios impresos, audiovisuales,
auditivos y digitales) puede realizarse teniendo en consideración diversos
criterios: niveles educativos, áreas o materias de enseñanza, coste económico,
grado de realismo frente a abstracción.
El papel de la
escuela, debiera ser ayudar a formar ciudadanos más cultos, responsables y
críticos ya que el conocimiento es una
condición necesaria para el ejercicio consciente de la libertad individual y
para el desarrollo pleno de la democracia. Por ello, la enseñanza o educación
para los medios de comunicación audiovisuales debiera tener como meta central
el capacitar al alumnado, partiendo de sus experiencias previas como
consumidores de productos culturales con los medios (fundamentalmente
televisivos), para que sean capaces de seleccionar los mensajes recibidos, ser
críticos con los mismos, conocer los mecanismos de producción técnica, identificar
los intereses y valores que subyacen a todo programa audiovisual y les dote de
una formación, no sólo académica, sino también cultural que les permita
aprender significativamente desde los medios de comunicación social y no estén
indefensos intelectual y culturalmente ante los mismos. Las nuevas tecnologías de
la información y comunicación (especialmente la red Internet) posibilitan
nuevas formas organizativas de almacenamiento de la información y en
consecuencia de acceso y manipulación de la misma por parte del profesorado y alumnado.
La principal característica de los materiales electrónicos se puede decir que
es la posible digitalización de diferentes señales o tipos de información.
Un sitio web
educativo pudiéramos definirlo, en un sentido amplio,
como espacios o páginas en la WWW que ofrecen información,
recursos o materiales relacionados con el campo
o ámbito de la educación. De este modo, bajo la categoría de web educativo o de
interés educativo se aglutinan páginas personales del
profesorado, webs de instituciones educativas
como las universidades o el Ministerio de Educación, Cultura y Deportes, entornos o plataformas de teleformación
en los que se desarrollan cursos a distancia,
páginas de empresas dedicadas a la formación, bases de datos en las que se pueden consultar revistas o documentos
sobre la enseñanza y la educación, webs en los
que se encuentran actividades para que sean cumplimentadas por los alumnos o unidades didácticas para el aula, etc.
Los sitios webs
educativos son variados en su naturaleza, utilización y finalidad oscilando entre un
continuum que va de lo meramente informativo a lo específicamente didáctico. Es
decir, el conjunto de webs relacionadas con la educación bien ofrecen una colección
de datos e informaciones, bien son materiales didácticos en formato web, o bien
son una simbiosis o mezcla de ambas funciones. El conjunto de sitios webs
relacionados con la educación pueden clasificarse en cuatro grandes tipos: webs
institucionales, webs de recursos y bases de datos, webs de teleformación, y
materiales didácticos en formato web.
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